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Prevención y tratamiento del

meses para recibir tratamiento y solamente una vez al año. Sin embargo, no existen unidades especiales para el linfedema del miembro inferior, el gran olvidado. Nos preguntamos si la prevención es algo habitual y si está extendida a todos los pacientes, si se realiza recuperación de las cicatrices, de la movilidad, de la incontinencia, etc., y si esta se realiza de forma adecuada. Y la respuesta es NO. Todos los pacientes deberían tener sesiones individualizadas en las que el fisioterapeuta tratase las secuelas postquirúrgicas, las valorase y propusiese una recuperación progresiva de la movilidad y fuerza muscular. Maniobras bruscas y ejercicios mal prescritos pueden causar lesiones en los vasos linfáticos. ¿Y cómo estamos con respecto al tratamiento del linfedema? El acceso a estos tratamientos y la calidad de los mismos son muy dispares dependiendo del territorio de la geografía española del que hablemos. Desde la Asociación Española de Linfedema* (AEL) proponemos la terapia linfática como el mejor método de tratamiento. Un abordaje correcto de un linfedema debe comenzar con un tratamiento intensivo en el que la terapia manual y la compresión (vendajes), además de los ejercicios, son imprescindibles para disminuir el volumen y cambiar la consistencia del linfedema. Una vez reducido el volumen y la consistencia del edema se necesita un mantenimiento y una correcta utilización de la prenda de compresión. AEL realiza cursos de formación para fisioterapeutas, con el fin de crear una red que nos permita llegar a todos los rincones con el sello de excelencia en calidad. ¿Es siempre el linfedema una patología irreversible y progresiva? Si los tratamientos se realizan en los primeros estadios y la adhesión del paciente a los mismos es la correcta, en muchas ocasiones se puede conseguir una reducción del volumen casi total. Por lo tanto, insistimos en la importancia de la prevención y de instaurar un tratamiento precoz para conseguir normalizar la vida de los pacientes. Esa es nuestra meta. Por Paloma Domingo García, vicepresidenta de AEL. Fisioterapeuta Col. 0237 LINFEDEMA EN 2O19 l linfedema es un aumento de volumen de una parte del cuerpo, causado por un acumulo de líquidos, restos celulares y macromoléculas en el espacio extracelular. Sus síntomas son sensación de pesadez, tirantez, piel tensa, molestias e hinchazón. Pero, ¿cómo es la situación en el año 2019? ¿Se hace prevención? ¿Son adecuados los tratamientos? Si bien se ha avanzado en los diagnósticos y tratamientos del cáncer, sigue existiendo una gran disparidad a la hora de abordar la prevención y el tratamiento del linfedema. La información que reciben los pacientes sigue siendo escasa e inadecuada, y en muchas ocasiones las recomendaciones son obsoletas, sin criterios científicos. En líneas generales se resumen en un NO. A los pacientes se les recomienda NO hacer ejercicio, NO mover el brazo, NO utilizar pulseras ni anillos... Un largo etcétera que se les da recién operados, generalmente sin personalización ninguna. Hay estudios en los que se ha comprobado que el ejercicio no solo no es perjudicial, sino que es necesario para mantener un buen tono muscular, prevenir el linfedema, reducir la incidencia del cáncer y las recidivas. Pueden llevar anillos y pulseras si les gusta, siempre y cuando el linfedema no esté en la mano, pueden y deben utilizar el brazo del lado operado e intentar hacer una vida normal. Pueden hacer ejercicio con el miembro inferior. Todo esto, por supuesto, guiado por profesionales expertos entre los que el fisioterapeuta juega un papel importante. En algunos grandes hospitales se han creado Unidades de Mama donde está incluida la rehabilitación y la fisioterapia. Si bien es verdad que intentan hacer un buen trabajo, en ocasiones las pacientes tienen listas de espera de más de doce PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL E

*aelinfedema.org