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YOGA KUNDALINI: Volver a su jardín interior

Volver a su jardín interior

Por Valérie Dana

¿Debemos practicar el yoga porque está de moda? Personalmente no lo creo. Esta praxis requiere un cierto compromiso, no hacia la galería, sino con nosotros mismos; se trata de un acto de amor que no tiene nada que ver con una foto subida a Instagram, es una acción profunda, tomada en plena conciencia.

El yoga kundalini, también llamado yoga de la conciencia, llegó hace unos 10 años en mi vida. Quería practicar algo diferente y me apunté a una clase sin saber muy bien lo que iba a hacer. Me encontré con personas vestidas de blanco al igual que yo a la petición del profesor (una de las características de este yoga pero no una obligación). Hasta aquí todo bien. Cuando se inició la clase, las cosas se complicaron un poco. Empezaron a cantar mantras que desconocía por completo. Como si no fuese suficiente, las posturas no tenían nada que ver con las del hatha yoga al que estaba acostumbrada. Estaba un poco perdida, un poco mucho si soy sincera, sobre todo por el hecho de cantar, que no es o era lo mío en esa época. Lo que sí me llamó la atención es que al salir me sentía bien... Mi perseverancia no duró mucho y lo dejé hasta el confinamiento.

Mis descubrimientos

El confinamiento ha sido duro para mí. No por el encierro en casa, sino porque he perdido a una persona que quería mucho y de la que no me pude despedir. Esa época fue muy agotadora emocionalmente hablando porque en mi cabeza me rondaba lo que le había dicho o callado y todo lo que nos quedaba por vivir… Nada más empezar a estar en casa por obligación, mirando Instagram, con quien tengo una relación de amor-odio, descubrí el trabajo de Lili Barbery, experiodista francesa convertida en profesora de yoga kundalini, que seguía pero sin más interés por mi parte. Estaba meditando en directo. Miré dos segundos y pensé que no, no necesitaba esto... Casualidades de la vida, al cabo de dos días, otra vez me encontré con ella a través de la pantalla de mi móvil y en esta ocasión me quedé. Impartía a diario una hora de meditación kundalini para que nadie pudiera sentirse solo o apartado. A diferencia de mi experiencia anterior, ella daba el texto de los mantras que había que cantar. Con lo cual, al apuntarlos podía participar y eso tuvo el efecto de una liberación. He sido siempre incapaz de recordar las letras de una canción; sin embargo, sorprendiéndome a mí misma, desde entonces paso mis días cantando mantras.

Práctica

A raíz de estas meditaciones diarias, empecé a seguir clases de kundalini online suyas, así como de las de otros profesores. Efectivamente, este yoga no tiene nada que ver con otros tipos. Lo más llamativo es la energía con la que salgo de esta hora y media y que me acompaña a lo largo de mi jornada. Lo que noto al cabo de estos casi 10 meses de ejercicios es la aparición de cierta serenidad, aunque mi actualidad no esté siempre de lo más tranquila y alegre. Es una sensación maravillosa, como si estuviera descubriendo partes de mí desconocidas… A eso se añade una percepción de claridad inmensa sobre la vida, sobre lo que debo hacer o no. Aceptarme, conquistarme, dejar total espacio a mis emociones es quizá lo más potente que he vivido. Lloro a mares a menudo y de esta manera se desintegran los nudos interiores… Para mí el kundalini ha sido toda una revelación. Decía Yogi Bajhan, el precursor del yoga kundalini, que hacen falta 40 días para cambiar un hábito, 90 para confirmarlo; en 120 nos convertimos en este nuevo hábito y en 1.000 días de meditación dominamos este hábito. Lo único que sé es que he necesitado unos 10 años para ser capaz de disfrutarlo y que llegó en mi vida cuando me hacía falta.

¿En qué consiste el kundalini?

Ante todo es importante explicar que kundalini es la energía vital que se encuentra en la base de la columna vertebral, en el segundo chakra en el que encontramos los órganos y las glándulas sexuales. Cuando se activa, la kundalini sube a lo largo de la columna (se siente durante la práctica) y se potencia según los diferentes chakras. Esta energía es el reflejo de esta parte de la vida que reside dentro de cada uno de nosotros, a veces no expresada o escondida, y que solo busca la manera de dar luz a nuestra identidad espiritual.

Retiro

Para adentrarme en esta práctica, me apunté a un retiro. ¿Qué me iba a aportar? No tenía la menor idea. Y la magia ocurrió. Fueron días llenos de intensidad, emociones, rodeada de desconocidos y de una naturaleza exuberante que actuó como un bálsamo. El kundalini me ha abierto las puertas de mi propio jardín interior en el que nunca me adentré de verdad. Un laberinto que se está transformando de manera lenta pero segura en un territorio amigable. Para sentirse bien en esta sociedad que nos exige tanto, que nos exprime hasta dejarnos sin aliento, quiero pensar, como decía Yogi Bajhan, que “la felicidad es mi derecho de nacimiento” en el sentido de que mi riqueza está dentro de mí y no en la acumulación de bienes materiales.

Hacen falta 40 días para cambiar un hábito, 90 para confirmarlo; en 120 nos convertimos en este nuevo hábito y en 1.000 días de meditación dominamos este hábito

Marta Arnaldo, a.k.a. Sandeep Ravi Kaur, quien ha sido la maestra de ceremonia en este retiro, contesta a mis preguntas.

El yoga kundalini es una práctica tántrica. ¿Nos lo puedes explicar, por favor, para que no haya equivocación, porque a menudo, nada más escuchar la palabra tantra, la imaginación nos lleva a territorios equivocados.

Primeramente me gustaría aclarar que el tantra es la unión de la dualidad mental, es cuando llegamos a ese punto de fusión en el que los polos opuestos se unen formando una unidad, negativo-positivo, masculino-femenino, alegría-tristeza. Kundalini Yoga es un yoga tántrico porque equilibra las energías masculinas y femeninas de las personas, desarrollándolas positivamente. Yoga significa unión, a través del kundalini yoga se armoniza la energía vital (kundalini) con la energía universal, alcanzando estados de conciencia que llevan a resolver los conflictos generados por la dualidad interna.

¿Cuál es la diferencia entre el yoga kundalini y los demás tipos de yoga?

Kundalini Yoga es la unión de varios tipos de yoga, lo que hace que sea una práctica completa, tanto a nivel físico, como emocional, mental y espiritual. En una clase se trabaja con varias variables, como son la respiración, posiciones de las manos, llamadas mudras, contracciones musculares que impulsan la energía hacia arriba, mantras, series de ejercicios físicos (llamados kriya) con un propósito concreto, relajación, preferiblemente con gong, y meditación.

A primera vista puede parecer menos potente físicamente que otras prácticas de yoga, y es todo lo contrario. ¿Cómo se trabaja en una clase?

El propósito del kundalini yoga es elevar la energía vital, es un tipo de yoga energético, con lo que se moviliza mucho todo. La estructura de una clase de kundalini sería: sintonización con mantras, técnica de respiración (pranayama), serie de ejercicios físicos con un propósito (kriya), relajación y meditación.

¿Qué es lo que se busca con su práctica?

El propósito de esta estructura es conseguir “bajar” al cuerpo, deshaciendo los posibles bloqueos y así facilitar el tránsito de la energía más fluidamente, parando el constante parloteo de la mente, llegando a estados de conciencia elevados, donde sentir la Unidad con el Infinito.

¿Quién es Yogi Bhajan?

Yogi Bhajan es el maestro que trajo kundalini yoga a Occidente en 1968. Él nació en el actual Pakistán en 1929, desarrollando desde muy pequeño una profunda inclinación hacia la práctica del yoga, de la devoción, la conciencia de seva (trabajos voluntarios), la búsqueda espiritual y la determinación para cumplir su misión sagrada en la vida.

¿Por qué los profesores de kundalini llevan otro nombre? ¿Qué sentido tiene?

Los nombres de los profesores de kundalini son nuestro nombre espiritual, que nos ha sido dado en función de la fecha de nacimiento, acorde con la numerología tántrica. El nombre espiritual nos pone en contacto con la misión de nuestra alma en esta vida. Al escucharlo, leerlo, escribirlo, estamos en el continuo recordatorio de nuestra misión y resulta más sencillo mantenerse en el camino.

El color blanco tiene su importancia en kundalini, aunque no todos los profesores obligan a sus alumnos a vestirse de este color. ¿Qué significa?

Vestir de blanco expande el aura, la apertura y la neutralidad. Los colores tienen efectos inconscientes en las personas, el color blanco te lleva al encuentro contigo mismo, al evitar las distracciones de los otros colores. El blanco contiene los siete colores del arcoíris, por lo que, en realidad, el color blanco es el balance de los siete colores, están todos en él.

Las dos preguntas anteriores pueden hacer pensar que se trata de una secta o algo parecido. ¿Qué podrías decir a los que dudan?

[Se ríe.] Sí, entiendo que se pueda llegar a pensar algo así cuando llegas de nuevas a una clase de kundalini yoga. ¡¡¡Yo también lo pensé!!! Lo que diría a todas las personas es que lo experimenten por sí mismas, independientemente de la información que les pueda llegar, lo más importante en kundalini yoga es la experiencia personal que cada persona vive en cada clase. Para mí, kundalini yoga es un sostén básico en mi vida, sin el que ahora mismo no imagino vivir. Hay una frase que me gusta mucho que me dijo una persona que he encontrado gracias a kundalini yoga, y es: “practicas kundalini yoga y ocurren cosas”.

¿Por qué elegiste este yoga en concreto? ¿Qué te aporta?

Realmente no lo elegí, llegó a mi vida de la mano de una amiga y maestra que me mostró qué era kundalini yoga. Hasta ese momento había practicado hatha y, aunque me gustaba, me faltaba algo más espiritual, que es lo que encontré en kundalini yoga. Hay dos grandes aportaciones de kundalini que para mí son muy valiosas, una son los mantras, que me llevan fácilmente a estados de conciencia elevados, y la otra aportación es la labor tan potente que se lleva a cabo con kundalini yoga en el área de la mujer.

¿En hatha yoga se cantan mantras también? ¿Tienen una función específica?

En hatha yoga se canta algún mantra en algunas ocasiones. En kundalini yoga los mantras forman parte fundamental de la práctica, para mí es una de sus joyas. El propósito de los mantras es llegar al máximo estado mental, llamado anajat (la vibración o Sonido Intocado Infinito), esto es cuando el mantra resuena en cada átomo y cada fibra de tu ser. Su vibración se vuelve parte de ti. Esto dispara las glándulas superiores para producir lo que llamamos amrit, el dulce néctar del éxtasis. En este estado, sientes gozo, relax, sinceridad y compasión.

A lo largo de mis prácticas, me he visto cantar un mantra o sujetar mis manos de una cierta manera y de repente echarme a llorar. ¿Me puedes explicar la razón de estas reacciones?

Todas las herramientas empleadas en kundalini yoga, los mantras, mudras (posición de las manos), pranayamas, asanas (posturas corporales), meditaciones, tienen el propósito de cambiar y fortalecer tu brillo para darte una vida expandida y una capacidad mucho mayor. Para ello se produce una limpieza del subconsciente y una liberación de las emociones. Según se avanza en la práctica y tu arco de luz se fortalece, dejas de identificarte con tus emociones, pudiendo escoger expresar la emoción o redirigirla. Puedes elegir relacionarte con alguien o desconectarte de su influencia.

¿Se puede practicar con cualquier condición física o existen contraindicaciones?

Kundalini yoga es un yoga muy poderoso, que moviliza intensamente el cuerpo, las emociones, los hábitos y estilos de vida. Mi recomendación es que cualquier persona, en cualquier condición física, puede practicarlo, teniendo en cuenta que está realizando una actividad muy transformadora y que tiene que desarrollar una fuerte escucha de sus necesidades personales, para conocer dónde están sus límites, hasta dónde llegar sin dañarse. También es importante que la persona que imparte las clases tenga experiencia y pueda ofrecer ayuda y asesoramiento personalizado para cada caso concreto.

Todas las herramientas empleadas en kundalini yoga tienen el propósito de cambiar y fortalecer tu brillo para darte una vida expandida y una capacidad mucho mayor

El yoga es una disciplina practicada tanto por hombres como por mujeres. Pasa lo mismo con el kundalini. Sin embargo, solemos escuchar más testimonios del género femenino. Por esta razón me ha parecido interesante charlar con Fernando para que nos cuente su experiencia.

¿Antes de empezar con el kundalini practicabas otro tipo de yoga, meditabas?

Empecé en este mundo del yoga en un curso de la casa de cultura de mi pueblo, donde la profesora nos dio pinceladas de los diferentes tipos de yoga que había. Este curso se desarrolló de octubre a mayo, una vez a la semana.

¿Cómo llegaste al kundalini?

Según se iba acabando, pude sentir que necesitaba el yoga en mi vida y por “casualidad” me enteré de que una amiga daba clases. Al principio no sabía si era kundalini, nidra o qué era, pero me animé y probé.

¿Cuál fue tu reacción tras la primera práctica?

La primera reacción tras probar el kundalini fue la de una lucha interna entre mi mente racional y analítica y mi intuición. La primera me decía que eso era una chaladura y que me fuera corriendo, mientras que la segunda me susurró que confiara y disfrutara. Doy gracias cada día por haber hecho caso a la segunda y haber seguido practicando.

¿Qué notas durante la clase? ¿Después? ¿Has notado otro tipo de energía energéticamente hablando?

Aunque depende bastante de mi estado en los tres niveles antes comentado, suelo sentir una conexión conmigo muy fuerte. Es como un momento de mí, para mí, por ser YO. Todo esto se traslada al acabar, encontrándome en armonía entre cuerpo, mente y espíritu y por ende se traslada a mi vida (relaciones, familia, etc.).

Depende mucho de las kriyas, de las meditaciones y del estado de uno. Hay algunas que sí y otras que no. Desde mi experiencia, las primeras suelen ser sinónimos de algo que me tengo que trabajar. De todas maneras, he podido observar que personas de distintas edades (de 10 a 70 años) pueden practicar este tipo de yoga y los resultados son muy bonitos.

Haz un balance desde tu experiencia. ¿Te sorprende algún cambio derivado claramente de la práctica? Si es el caso, ¿cuál es?

Para mí hay un claro momento en mi vida. Hay un antes y un después de aparecer el kundalini. Desde que lo practico, y aquí la cuestión de la energía, noto como que tengo más fuerza en los tres planos de mi ser (físico, psíquico y espiritual), pero es como más calmada, más sosegada, pero a la vez más intensa. Parafraseando a mi primera profesora de kundalini, decía: “Practicas kundalini y pasan cosas”. Se aprecian más los colores, el aire, la naturaleza... en definitiva, la vida. La vivo más pleno, lleno y vivo.

¿Has modificado tu manera de actuar o de reaccionar a ciertos acontecimientos con el kundalini?

Al ir equilibrándose los tres planos, vives la realidad de otra manera. Antes era como más impulsivo o retraído, mientras que ahora aprecio las situaciones desde un punto de vista más neutral, intentando fluir con las situaciones, emociones, etc. Obviamente hay días en los que fluyes y otros que es más difícil, pero puedo asegurar que es ¡toda una experiencia vital más que recomendable!

Una clase está dividida en varios momentos. En el primer bloque se canta tres veces el Adi Mantra, Om Namo Guru Dev Namo (me inclino ante la sutil sabiduría divina, el divino maestro interior), y el mantra de protección Ad Guray Nameh. Luego empieza la kriya, serie de posturas, de pranayama (respiraciones), mudras y meditaciones silenciosas o cantadas con las que acabamos siempre la clase. Se termina por al menos 15 minutos de relajación (paso fundamental antes de salir de la clase para no estar descolocado todo el día).