El poder de los mantras

Por Valérie Dana

Si habéis leído mi artículo sobre el kundalini, sabéis que no era muy amiga de los mantras porque no entendía nada y no era capaz en un primer momento de memorizarlos. Afortunadamente mi percepción ha cambiado y puedo decir que ha sido una verdadera revelación. Para que os hagáis una idea, estoy redactando este artículo cantando el Magic Mantra…

¿Qué son los mantras y por qué son tan potentes y fascinantes?

Ante todo me gustaría dejar claro que un mantra no es nada milagroso y que no resolverá una enfermedad grave o cualquier cosa de este estilo. Se trata más de misticismo, de espiritualidad, es diferente de la religión.

Los mantras existen en el hinduismo, el budismo (maravilloso mantra de la compasión Om Mani Padme Hum, cuyo significado es homenaje a la joya que está en el loto), el judaísmo (se trata más de una melodía en este caso porque en esta religión no se pueden pronunciar palabras hindúes). Sin embargo, no está obligatoriamente ligado a un idioma o a una cultura. Se trata de un sonido del que sacamos beneficios.

Markus Winkler

Lo importante en un mantra no es su significado, sino las vibraciones del sonido

El poder de las vibraciones

La palabra sánscrita mantra está compuesta de dos sílabas. Man proviene de manas, que representa la mente y tra que significa proteger, preservar. Un mantra es un soporte para meditar o practicar yoga que permite equilibrar la mente. El mantra se basa en el sonido naad, que significa armonía. Se trata de un proceso de armonía en el cual el aad, la infinidad, se puede experimentar. Al pronunciar las letras, el cuerpo vibra; se nota muchísimo durante la práctica del kundalini, por ejemplo, en particular cuando se abre la sesión cantando (sin música) el Adi Mantra, Ong Namo Guru Dev Namo. A su vez se mueven nuestros centros energéticos (chakras), nuestra energía vital (prana) liberando tensiones físicas y emocionales, y eso se percibe en todo nuestro ser. Porque lo importante en un mantra no es su significado, sino las vibraciones del sonido. Personalmente, en un principio notaba una especie de movimiento en diferentes partes del cuerpo, pero no había entendido que eso era la energía.

Liberarse de la mente

Un mantra actúa sobre la mente y nos protege. Pero ¿de quién o de qué nos puede alejar? De nosotros mismos y del poder de nuestra mente especialista en machacarnos con pensamientos que vuelven una y otra vez y deforman nuestra realidad. Estamos a la merced de nuestros juicios, nuestra educación, de lo que parece que debemos o no hacer. Los mantras unidos a una práctica, sea meditación o yoga, permiten enfocarnos en lo que está para nosotros en cada momento. Por ejemplo, si me estáis leyendo, en este mismo momento vuestra realidad es esa. No la de un problema que os ronda la cabeza, u otro que quizá no haya llegado a vuestra vida pero que prevéis, de temas relacionados con la ira que también son difíciles de gestionar, etc. El resultado es una ligereza, una libertad y, ante todo, una claridad que nos autoriza por fin a ver la vida como es, estando anclados en el presente. Esta situación nos lleva a vivir plenamente las penas como las alegrías desde el fuero interior, el sentir, y no desde la imaginación que siempre distorsiona la verdad.

Humee Hum Brahm Hum, We are one

Cuando cantamos un mantra, actuamos de manera individual para un bien común. El hecho de modificar algo en nosotros hace que seamos parte del cambio general. Algo que ha dejado bastante claro esta crisis debida a la COVID-19. El mundo tiene que evolucionar para el bien de todos, pero de ninguna manera debemos esperar que los demás den el primer paso. Si pensamos y actuamos así, seguiremos igual.

A nivel físico, aparte del efecto de vibración que vamos a sentir, el hecho de cantar tiene efecto en las células nerviosas, en la glándula pineal, en el tiroides.

Durante la práctica, la clave es cantar repetidamente las mismas palabras. Según el mantra, se puede repetir hasta 108* veces, como el Sherab Chamma Mantra**. Esta cifra es sagrada. El uno corresponde a nuestra individualidad, el ocho al infinito, el cero al estado en el que debemos estar para pasar de la individualidad al infinito con una mente neutral. Se trata de rendirse a la vida, de aceptar lo que es.

Una práctica abierta

Por supuesto, no es una imposición. También cada uno puede crear su propio mantra en función de lo que quiere cambiar, de lo que desea, de lo que siente y repetirlo caminando, por ejemplo. En el retiro donde estuve, Marta Arnaldo nos propuso realizar el ejercicio siguiente caminando en el bosque: cantar Sat Nam haciendo un paso con la pierna izquierda, y Wahe Guru adelantando la pierna derecha. Este ‘sencillo’ ejercicio hace que estemos centrados en lo que estamos haciendo, es decir caminar, y os aseguro que nada más puede invadir la mente. Lo mejor: ralentizamos bastante el ritmo.

Om Ma Wa Ma Dé Ma Hi Mo Ha É Ma Ho Ma Yé Ru Pa Yé Ta Du Du So Ha

Este mantra tibetano representa a la gran madre de la sabiduría. Nos lleva al amor universal. Si sentimos amor en nuestro interior, podremos dar amor, sin condición. Aporta mucha paz y consuelo.

Los malas

Cuando cantamos un mantra, podemos recurrir a la ayuda de un mala. Tiene 108 cuentas; a medida que murmuramos o cantamos el mantra, vamos a pasarlas con el dedo. De esta manera su energía nos va a llegar. En Soleyana, los malas están creados de manera artesanal. Christelle realiza cada uno poniendo una intención positiva de serenidad, de felicidad y según los deseos de sus clientes. Cada piedra está elegida según su propiedad y, según lo que busca el comprador, se elige una u otra.

Mala con cuarzo rosa que simboliza la ternura, la dulzura y el amor.

Mala hecho de madera y amatista. Fue creado para ayudar a conectar con lo espiritual durante la meditación. La amatista es la piedra del 7.º chakra o chakra coronal, que está conectado al mundo espiritual, invisible. La amatista promovería la elevación espiritual, la concentración y la meditación. Es la piedra que estimula la imaginación, la creatividad, la claridad de la mente, la serenidad. Calmaría las ansiedades y la ira. A veces se aconseja en una habitación para facilitar un sueño tranquilo y evitar las pesadillas. También es una piedra (usada en geoda) que permite purificar las otras piedras.

Dicha

Que cantemos bajo la ducha, durante clases de yoga o caminando, lo importante es dejarse llevar, permitirse tener un espacio para prestar atención a lo que pasa dentro de nosotros. Los mantras nos ponen en modo concentración y disfrute y solo eso merece la pena.