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¿Por qué yo?

Por DR. JAVIER DE CASTRO Presidente de la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM)

En esta sociedad, en la que buscamos cada día más la igualdad de sexos, resulta sorprendente cómo todavía encontramos discriminación en algo tan sensible como las enfermedades. El cáncer de pulmón es un buen ejemplo de ello: siempre ha sido considerado un tumor ligado al varón probablemente con motivo, ya que antes fumaban más y el famoso lema publicitario Fumar es cosa de hombres hizo mucho daño, no solo porque provocó que el cáncer de pulmón aumentara y se alzara con el triste mérito de ser el que mayor mortalidad causaba, sino porque despertó en las mujeres una reivindicación errónea, que pensaron que fumar también podía ser “cosa de mujeres”. Esto nos ha conducido a la situación actual, un 80 % de los 30.000 nuevos casos diagnosticados en España siguen siendo varones, pero mientras su incidencia va descendiendo en los últimos 20 años, probablemente por la eficacia de las campañas del control del tabaquismo, asistimos atónitos al incremento del cáncer de pulmón en mujeres, especialmente en la última década. El ritmo es trepidante, un incremento anual del 4-6 %, posiblemente de los mayores que actualmente sufrimos en oncología, lo que ha llevado a superar al de mama como principal causa de mortalidad por cáncer en la mujer en Estados Unidos y en Europa Occidental. En España, como siempre vamos con retraso, también ocurrirá en los próximos años; acaba de escalar del cuarto al tercer lugar, pero a lo mejor podemos evitarlo. ¿Cómo? En primer lugar, dándole visibilidad a la enfermedad, concienciando a la sociedad de que controlamos y curamos la mayoría de los tumores de mama, y de que la amenaza de la mujer hoy se llama cáncer de pulmón. Posiblemente, uno de los principales problemas es que la mujer no percibe el riesgo que supone fumar. Lo ven en personas mayores y, sobre todo, en hombres, pero no cuando tienes 20 años. Y esto es tremendo, porque casi un 25 % de nuestras jóvenes entre los 16 y los 25 años fuma. ¿Por qué lo hacen? Ya los tiempos de la reivindicación han pasado. Es posible que la socialización y el ocio puedan tener algo que ver, pero es el culto a la imagen el que puede ser el principal culpable. La publicidad de la industria tabacalera ha conseguido ligar el tabaco con la figura estilizada y las chicas lo utilizan como medio para intentar controlar esos kilos de más. Un error flagrante; lo que mantiene el peso es una vida saludable, comer sano, hacer ejercicio, pero no un cigarrillo. De nuevo, informar y fomentar el deporte es clave, además, por supuesto, de seguir la guerra -porque lo es- contra esa industria que aprovecha cualquier resquicio para vendernos algo nocivo que después nos pasará factura. Aunque pensemos que fumar de joven no tiene consecuencias porque tendremos una vida por delante para dejarlo, a lo mejor no llegamos a tiempo. Además, en la mujer se ha visto que se eliminan peor los centenares de tóxicos que lleva el tabaco, lo que supone que fumar menos cantidad y menos tiempo puede ser más perjudicial que en el varón. Y no podemos olvidar lo malo que es el vapeo, pero eso ya daría para otro artículo. Las cosas se pueden complicar aún más porque hasta un 40 % de los cánceres de pulmón en mujeres aparecen en personas que, encima, nunca han fumado. ¿Por qué ocurre esto? Sinceramente no lo sabemos. En mujeres mayores podría atribuirse a la figura de fumadora pasiva, pero cuando ocurre en chicas de 20 o 30 años solo la investigación puede encontrar respuestas ya que, al menos los oncólogos, no las tenemos todavía, ante el lamento de muchas mujeres: ¿por qué yo? ¿Por qué tengo esta enfermedad? ¡Si nunca fumé! ¡Si lo dejé de joven! ¡Si esa es una enfermedad de hombres! Así, al drama que supone tener un cáncer de pulmón se añade la amargura de pensar que era una enfermedad que no te tocaba sufrir. Para todo esto nació ICAPEM hace diez años, para estar al lado de las mujeres con cáncer de pulmón, para dar visibilidad al problema, para evitarlo, para detectarlo antes, para buscar mejores tratamientos, para frenar su crecimiento, para conocerlo mejor. ¿Te sumas al reto?